domingo, 5 de diciembre de 2010

Concierto. El miércoles 8 se reencontrará con los bolivianos. Un repaso por su vida

Cuesta escribir sobre Luis Miguel y no tararear algunas de sus canciones, recordar sus juveniles películas (con Lucerito, por ejemplo) o el ademán que lo hizo famoso cuando se acomodaba su rubia cabellera. No hay duda de que Luis Miguel Gallego Basteri (así lo bautizaron) ha hecho esperar a sus fanáticas bolivianas; claro desde que GF Group confirmó su concierto para este 8 de diciembre, ellas han demostrado estar dispuestas a renovar su amor sin traiciones, porque le son incondicionales.
Luis Miguel arribará a Bolivia como parte de una gira que empezó el 15 de septiembre en el Caesar’s Palace de Las Vegas y que lo ha hecho recorrer países vecinos, como Perú, Chile, Paraguay y Argentina. Una gira precedida por los rumores de una supuesta grave enfermedad debido a una también supuesta operación de cirugía estética, que sólo sirvieron para reavivar el furor de sus seguidoras.
Contrario a lo que muchos piensan, el ‘Rey’ es imbatible y está más vivo que nunca. Algunos aseguran que ya sentó cabeza, que ya no le interesa ser un donjuán, aunque todavía conserva algunas manías de divo-solterón. Pero su historia es, innegablemente, la de un triunfador que puede presumir de tener absolutamente todo: fama, fortuna y romances, y además en cantidades desmesuradas.
Este puertorriqueño, nacido el 19 de abril de 1970, pero criado en México, ha vendido más de 60 millones de discos y ha ganado diez premios Grammy, entre originales y latinos, además de poseer cientos de discos de Platino y Oro en su casa, producto de las diferentes conquistas en varios países de América y Europa.
Algunos datos: a los 11 años grabó su primer disco Uno más uno es igual a enamorados (1981), mientras que hasta los 14 años ya había grabado tres más, incluido Palabra de honor. Fue el primer artista latino en haber obtenido un disco de oro en Estados Unidos por un álbum en español. En 1992 grabó y coprodujo la emblemática edición de boleros Romance, material que hasta la fecha se ha mantenido como el disco en español más vendido en toda la historia.
Se ha dado el lujo de haber pasado por el casete, el CD, el Laser Disc y el Home Video y en todos ellos con éxito. Por supuesto, su más reciente álbum, el número 30 en su carrera y que lleva sus iniciales, LM, no romperá la racha de suerte del cantante. Para ello, él mismo ha producido este material, que incluye diez canciones y su primer corte es Labios de miel.
Al Sol de México le gusta viajar, la alta cocina y hasta es un sommelier autodidacta, al punto que lanzó un Cabernet Sauvignon que llamó “Único. Luis Miguel”. Claro que no es tipo fácil. Por el contrario, siempre ha sido reservado. “Mi vida no está a la venta”, dijo en una entrevista a CNN.
No es extraño verlo rodeado de un pequeño “ejército personal” que lo aleja de las miradas indiscretas, ni enterarse de excentricidades como que sus allegados firman un contrato de confiabilidad como condición para estar cerca de él. Hay quienes dicen que el cantante obliga a apagar todas las luces del backstage antes de salir a escena, pero, además, sólo bebe agua mineral de las islas Fiji en sus giras.
A sus 40 años, este padre de tres hijos (Michelle, que nació el 13 de junio de 1989 de su relación con Stephanie Salas; de Miguel, nacido el 1 de enero de 2007, y de Daniel, que nació el 18 de diciembre de 2008, frutos de su relación con la actriz Aracely Arámbula), sólo se deja ver durante la presentación de sus discos, en esporádicos programas televisivos y en los shows con los que recorre el mundo, como el que ofrecerá en Santa Cruz.
Una de sus últimas conferencias de prensa fue en abril, en Las Vegas, ante 80 periodistas. Allí no sólo aprovechó para lanzar su disco homónimo, sino también para demostrar que no estaba muerto, como se rumoreaba.“Se inventan tantas cosas alrededor de mi persona que no estoy para salir y aclarar nada. Tengo que ser inteligente. Por suerte, tengo un público inteligente, que lleva muchos años conmigo y sabe cómo son las cosas”, dijo el cantante, que aseguró que no cambiará su estilo de vida, porque eso le quitaría pasión a sus días. “Vivimos demasiado en el futuro o siempre recordando. La idea es disfrutar el presente, vivirlo plenamente. La vida es un milagro y un privilegio. Hay que disfrutar cada instante”... Momentos que, según él, lo llevan a su esencia ¿Cuál? “La música, mi gusto por cantar y las grandes canciones de grandes compositores”, dijo.

La clave de ‘luismi’

Algunos de los pedidos del ‘catering’ incluyen porciones pequeñas de desayuno vegetariano, además de huevos bajos en colesterol y panqueques.

Pidió 12 rosas sin espinas. ¿Para qué? Según los organizadores servirán para regalarlas al público. “Él interactúa bastante con la gente”, dijeron.

Además de tanques de oxígeno, Luis Miguel también solicitó botellas de agua de las islas Fiji, por el cuidado que tiene con su voz y su timbre único.

El artista viaja con una comitiva conformada por 70 personas, entre ellos se incluyen gente de seguridad, técnicos, músicos y manager.

Cuida bastante su presentación. Habrán, por ejemplo, tres pantallas grandes y el escenario tendrá diferentes niveles, en los cuales se ubicarán los músicos.

LO DIJO

«Cuando empecé a grabar boleros lo hice porque me gustaban las canciones. Siempre grabo los temas que me agradan»

«Yo complazco a mis fans transmitiendo algo donde yo me siento cómodo... algo que se transmite desde mi corazón»

«No soy ermitaño. Me encanta viajar, salir y disfrutar de la vida. Nada más que no hablo de mi vida personal»

«¿Mi secreto? Es la pasión que tengo por mi profesión... Es trabajo, es disciplina, es el gusto por la música»

«No cambiaría nada de mi estilo de vida. Mi vida es intensa y yo soy apasionado. Que los medios aclaren lo que inventan»

«Quiero mandar un mensaje bien claro a mis fans: no deben creer nada de lo que oyen y escuchan»

20 regalos para sus fans
√ Si a usted le gusta Luis Miguel, pues tiene que participar de un sorteo donde se regalarán 20 entradas, poleras y CD. Basta que haga llegar al periódico EL DEBER (av. El Trompillo Nº 1144), una carta donde especifique tres álbumes del llamado ‘Sol de México’. Además, deberá colocar su nombre, apellido y carné de identidad. Las cartas se recibirán hasta el martes 7, a las 15:00. El miércoles 8 se publicarán los nombres de los ganadores en Escenas.

√ El concierto se realizará en el estadio Ramón Tahuichi Aguilera. Existen siete sectores habilitados: platino, que cuesta Bs 2.500; super vip, Bs 1.750; butaca, Bs 1.000; gold, 500; cancha, Bs 150; gradería, Bs 200, y curva, Bs 70. Se las puede adquirir en la cadena Hipermaxi, Cine Center y Sonilum.

√ El miércoles 8 se realizará el concierto en el estadio departamental. Se habilitarán seis puertas, que estarán abiertas desde las 19:00. El show comenzará a las 21:00.

El capítulo Oruro en su paso por Bolivia
Herland Campos Reimers | Periodista
Hace dos décadas, el ‘Sol de México’ llegó a Oruro, donde tenía previsto actuar. Sin embargo, produjo un incidente: Luis Miguel recibió un manotazo de Marcelo Bayá, por ese entonces gerente de Orureña de Televisión. Se especuló mucho. Hace poco Bayá aceptó ser entrevistado y sostuvo que fue un hecho fortuito.
“Yo iba a recoger un sobre por los andenes de la terminal. En ese momento llegó una vagoneta que conducía a Luis Miguel. En el lugar había tres policías que acordonaban con sus brazos para que pasara el artista a su hotel. Yo, todo comedido, me coloqué en medio de dos policías. Bajó Luis Miguel y corrió hacia él una chiquita. Algunos dijeron que era mi hija, que la empujó y que después yo di un puñete, pero no fue así, porque mis hijas estaban en el lobby del hotel, esperándolo.
La chica salió corriendo y Luis Miguel se agachó para abrazarla, pero aparecieron dos de sus guardaespaldas y la empujaron contra la gente. Reconozco que me dio bronca y pensé en ese momento: ‘Le hacen eso a mi hija y aunque sea Luis Miguel, lo reviento’. La gente empezó a gritar, Luis Miguel se asustó y apuró el paso. Al llegar donde yo estaba, se agachó como para cubrirse. En ese instante, la gente empujó con fuerza y me hizo soltar la mano del policía. Al levantar mi brazo se chocó con el rostro del artista. Fue un ‘señor golpe’ en el ojo. No fue a propósito, lo digo con franqueza”, relató Bayá.
El artista decidió volver a La Paz. El entonces prefecto Wálter Soto Luna hizo retener su vehículo en un retén y sus ocupantes fueron conducidos a la Policía, acusados de incumplimiento de contrato. La intermediación del cónsul de México logró un acuerdo para que el artista sea liberado. De esa forma, Luis Miguel actuó al día siguiente con unas gafas que le cubrían los ojos.
Como muchos recordarán, “las mujeres más feas del mundo están en Oruro”, dijo hace unos años el cantante a la prensa internacional. Tal vez lo dijo en represalia, o tal vez no. No estamos acá para juzgar al artista que se llevó la peor parte sin comerla ni beberla.

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