martes, 25 de marzo de 2014

Drexler apuesta en su último disco por el baile y hace un homenaje a Bolivia

El cantautor y compositor uruguay Jorge Drexler saca mañana a la venta "Bailar en la cueva", un disco en el que supone un cambio de dirección en su trayectoria, en la que apuesta por el baile, una de las experiencias "más liberalizadoras" del ser humano.

"Bailar en la cueva", grabado a caballo entre Bogotá y Madrid y que cuenta con colaboraciones de Caetano Veloso, Bomba Estéreo, Ana Tijoux y Eduardo Cabra, de Calle 13, lo presentará Drexler en una gira por España y América Latina.

El artista habló, en una entrevista con Efe, sobre el baile y resaltó que dejarse llevar "y seguir el ritmo con el cuerpo para quienes tienen "todo muy enraizado en el intelecto y en las emociones, es doblemente beneficioso".

De este disco, destacó la colaboración con el músico brasileño Caetano Veloso en la canción "Bolivia", con la que Drexler ha querido realizar un homenaje a ese país que acogió a su padre, cuando tenía cuatro años, y a sus abuelos cuando tuvieron que huir de la Alemania nazi.

"El único país que los recibió fue Bolivia" relató Drexler, que recordó la emoción que sintió al tocar en ese país y ver lo paradójico de la historia: "un país pobre ayudando a exiliados europeos, y ver cómo se invierte el péndulo de la historia. Nos hace reflexionar de como tratamos a los inmigrantes bolivianos en España o Uruguay".

"Me he pasado la mitad de mi existencia en España ayudando a amigos latinoamericanos para venir a tocar aquí y ahora la otra mitad ayudando a músicos españoles a ir a Latinoamérica", indicó Drexler, para quien ambas orillas del Atlántico son un territorio común por su lengua.

En su nuevo disco, Drexler resalta "la esencia de lo que nos hace humanos: muchas cosas cambian a un ritmo brutal, pero cae la noche y nos reunimos a bailar en la cueva".

Un baile que no se le ha dado bien espontáneamente, después de haberse criado durante la dictadura en Uruguay.

"A una dictadura militar no le interesaba una experiencia liberadora como el baile, pero además se producía un fenómeno de espejo y el entorno de resistencia en el que me crié, en una familia de intelectuales de izquierdas, tampoco se bailaba. Era como si hubiera demasiada gravedad en el ambiente y otras cosas más importantes que hacer", recordó.

Y ahora, "enfrentándome al acto de bailar, me enfrento a miedos y a pudores personales", dijo el cantautor, que reconoció que, quizá, se deba a que está a punto de cumplir los 50 "y te vas haciendo objetivo del paso del tiempo y te dan ganas de aprovechar".

La letras de las canciones de su nuevo álbum son "más concretas que las otros discos, más sintéticas", aunque no por ello son textos menos trabajados sino que, por el contrario, "ha sido un ejercicio muy duro dejar la mitad de la letra fuera. La que no cumplía la máxima de que todo lo que embellece mata, iba fuera", subraya el ganador de un Óscar en 2005 por su canción "Al otro lado del río".

"Son textos muy depurados y filtrados; he dejado mucho fuera con la sensación de sacrificio, pero los textos están en función de una entidad superior que es la canción", aseguró.

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