domingo, 11 de septiembre de 2016

Raggy Brass Ensemble, el jazz “made in Tarija”



Tras tres noches con espectaculares presentaciones, culminó este viernes la cuarta edición del “Festijazz Tarija”. El colofón lo puso el conjunto local Raggy Brass Ensemble presentando su propuesta musical como contrapunto a la propuesta de los brasileños Ricardo Herz Trío. Es así que El País conversó con los jazzistas tarijeños para sondear el panorama de este complejo género en la región.

Surgimiento del jazz en Tarija
“Somos gente joven que recién se está iniciando en la movida del Jazz”, comenta Carlos Hiza, director artístico de la banda y baterista de la misma. “Somos nueve integrantes que venimos de la Orquesta Sinfónica de la U o de la Big Band, y además tenemos como invitado a Yuri Engels, un francés especializado en jazz contemporáneo”, indica.
En efecto, Raggy Brass Ensemble es un proyecto musical que surge a partir de la Big Band Tarija, que se creó en ciernes del Festijazz 2015 y que tras su éxito se ha consolidado para llegar a un nivel más profundo del género.
Todo habría empezado hace un año cuando Hiza conoció a Laurent Astruc, director de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. “Fue casualidad, siempre lo digo que alguien me contactara con Laurent - refiere Hiza - Yo soy de La Paz y el de Francia, y ya estábamos viviendo doce años en Tarija sin habernos topado nunca, pero cuando nos conocimos empezó el proyecto de una banda de jazz”.
La pasión de ambos por el jazz, sumada a la disponibilidad de una sección de vientos en la orquesta que necesitaba experimentar algo nuevo, distinto de la música clásica, dio así origen la Big Band que se centró en los estilos de jazz predominantes entre los años 40 y 90. “Pero con el tiempo sentimos que nos faltaba el sustento, el de dónde viene todo, las raíces, así que decidimos de que era hora de iniciar un programa de estudio del género, empezando con el ragtime, el New Orleans y el dixieland, que son los primeros tres estados del jazz”, relata Hiza.
De este programa de estudio habría surgido finalmente, con ocasión del Festijazz 2016, la formación actual que se presentó en la noche de cierre del evento con un repertorio integrado por estos tres estilos de jazz.

Sobre los orígenes del jazz
“Es difícil hacer jazz en Tarija porque no hay institutos formales de música moderna, aunque por suerte tenemos a personas que traen del exterior sus conocimientos del género”, reflexiona el director de la banda. “La alegría de los chicos es uno de los mayores logros, porque a veces se mitifica al jazz como una música imposible de tocar, como algo de élite, sin embargo hay que recordar que en su orígenes este género era música popular, como la cumbia es hoy aquí, música de cantina”, añade en referencia a la historia del jazz.
Si bien es cierto que en Tarija y Bolivia existe una tradición folclorista muy fuerte con la que todo músico ha incursionado en un momento u otro de su carrera, el jazz ha empezado a abrirse paso, con epicentro en la Paz, hasta llegar a los rincones más alejados del país.
Al respecto Hiza tiene una interesante anécdota. “Una vez con la Big Band fuimos a tocar a San Lorenzo, y muchos nos decían que ahí nadie había oído jazz, pero nosotros igual fuimos y a la gente le encantó, algunos hasta nos preguntaban cómo se baila”, relata riendo. “Esa es la magia de la música, que no tiene estratos sociales ni se limita a ciertos grupos, es sólo música y está para oírla, concluye.

Un francés en Tarija
“Apenas llegué hace diez días a Tarija para grabar una serie de televisión, y me quedé sin saber cuándo quiera irme”, cometa Yuri Engels.
El cantante, percusionista y trompetista de jazz de origen francés, que empezó a formarse musicalmente desde los 6 años obteniendo con el tiempo diplomados en interpretación y enseñanza de música en el Conservatoire National Supérieur de Musique et de Danse de Lyon, vive en Bolivia desde hace cuatro años, en los que se prendó de la música regional, atreviéndose incluso a tocar folclore y cumbia.

Nils Puerta evalúa los logros del “Festijazz Tarija 2016”

Con un Teatro de la Cultura lleno concluyeron este viernes los conciertos del máximo evento del jazz en Tarija y Bolivia. Tres bandas nacionales y tres internacionales de alto nivel deleitaron a la concurrencia con el enigmático sonido del jazz, dejando a muchos aficionados al género con ganas de más. Es así que Nils Puerta Carranza, director de la Casa de la Cultura y principal gestor del evento a Nivel local hizo una evaluación del impacto que tuvo el evento este año.
“Terminamos el cuarto Festijazz con la satisfacción de haber cumplido con el objetivo de permitir al público tarijeño apreciar y disfrutar de esta música y todos sus matices, que nos permiten ver el mundo desde otra perspectiva”, dijo Puerta.
“Mostramos que en Tarija hay un público formado para el jazz, un género tan libre que nos permite escuchar una cueca traducida a su lenguaje sin que nos sintamos molestos, sino que más bien disfrutemos esa reinterpretación”, argumenta el director de la Casa de la Cultura. Asimismo Puerta considera que, en el marco de esa interculturalidad, el jazz deja de ser sólo una música “de afuera”, sino que al ser adoptado por los músicos tarijeños ha sido reelaborado según los parámetros de la propia cultura chapaca.
“El primer año, mientas tocaban bandas de otros departamentos y países, la Casa de la Cultura sembró una semillita a través de las clínicas y talleres de jazz que se dieron a los músicos tarijeños; durante el segundo año se empezó los estudiantes empezaron sus experimentos, que en germinaron durante el tercer año, logrando presentar la primera banda de jazz tarijeña”, reseña Puerta. “Ahora, en este cuarto año hemos podido ver los brotes maravillosos de aquellas semillas y no son ningún producto mediocre, es Jazz Chapaco de alto nivel”, concluye.

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