¿Quien no ha tarareado una canción hasta el cansancio sin poder sacarla de su cabeza? Ese fenómeno preocupó a científicos de la Universidad de Reading (Reino Unido) quienes buscaron una solución para dejar de pensar en la melodía: mascar chicle.
Los investigadores hicieron pruebas a 98 voluntarios y concluyeron que cuando se recuerda un tema se utilizan los sistemas que se emplean para prepararse a hablar y mover las mandíbulas, al igual que masticando un chicle. "Al forzar a estas regiones a permanecer activas, están menos disponibles para apoyar la generación o el recuerdo de una melodía”, explica Phil Beaman, uno de los investigadores, a la BBC.
Sin embargo, este método funciona para desterrar temporalmente del cerebro las canciones que se nos ‘pegan’ pero no nos haría olvidar la letra de los temas.
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