jueves, 29 de diciembre de 2016

Piraí Vaca: “Mi técnica musical todavía es insuficiente”



Piraí Vaca hace un balance de 2016, año que califica de intenso y lleno de gratas experiencias. El guitarrista boliviano más internacional anuncia que quiere dedicarse a producir y a grabar con orquesta.

¿Qué destacas de 2016?
Ha sido un gran año en lo artístico y en lo personal. He aprendido a amar a una mujer en toda su magnitud y eso me hace muy feliz. La relación con mi hija Casiopea es entrañable y, a pesar de la distancia, es fluida. Este 2016 me encontró con las ganas de estudiar, de mover los dedos y de producir muchísimo más, de dejar de lado mi trabajo como productor de mi propia carrera.

Tengo un asistente que me permitirá darme tiempo para dedicarme más a la guitarra, a mejorar mi técnica. Este año he tenido también grandes decepciones, porque considero que mi técnica todavía es insuficiente y sucia, por más que suene ridículo o pretencioso lo que digo. Yo sé, y lo he podido comprobar, que me ha faltado versatilidad. Entonces quiero dedicarme a practicar con la guitarra y repetir hasta que salga.


Esta última etapa del año te encontró nuevamente de gira, ¿qué representa para vos seguir encontrándote con nuevos públicos y escenarios?
Hasta yo mismo me he sorprendido del éxito que ha tenido esta gira, que me llevó a exigirme más que nunca para no fallar en ninguna presentación. Por ejemplo, yo sabía que Londres iba a ser un punto de inflexión, porque el público es muy exigente.

Entonces encaré esta gira con un nivel técnico, creo, hasta ahora el más sobresaliente que he tenido. Afortunadamente salí airoso, no solo de estos conciertos sino de toda la gira, que tuvo una resonancia muy particular. Después el trabajo con El Cuarteto de Fuego y la obra de teatro El duende andaluz, con Marcos Malavia, me ha llevado por muchos lugares. Entonces el 2016 ha sido un año extraordinario en todo sentido.

Mi trabajo de guitarrista es solitario y siempre fue así, entonces compartir mi talento con los demás es un gran reto para mí. Eso implica un entrenamiento sensorial y un abandono del ego. Tocar en grupo exige otros requerimientos que cuando estás tocando solo.


¿Qué destacas de tu participación en el Festival de Guitarra de la India?
Fue un gran honor que me invitaran al evento musical más grande de la India y uno de los más grandes de Asia, todo porque di dos conciertos en Nueva Delhi donde se enteraron los de la Federación de Guitarra de la India y fueron a mi concierto. Allí me dieron la invitación para estar en el festival, lo cual me enorgulleció mucho porque no solo me invitaron sino que me dedicaron una de las noches, me pidieron que sea jurado y que diera unas clases. Pero el honor más grande fue cuando el presidente de la Asociacion Asiática de la Guitarra dijo que no iba a olvidar nunca el concierto.


¿Cómo calificas tu actuación junto a la Filarmónica de Cochabamba?
Ha sido una gran experiencia porque por primera vez en mi vida siento que estoy maduro como para tocar con una orquesta. Es por esa razón que quiero grabar música con orquesta, el Concierto de Aranjuez, por ejemplo, y alguna otra obra para guitarra y orquesta. Estoy en el proceso de encontrar la mejor versión para esa obra y registrarla.

La Filarmónica de Cochabamba me dio libertades y licencias que a veces me cuestan tener cuando toco solo. Fue un proceso de trabajo con la orquesta que al principio vino con las preocupaciones comunes, que me obligaron a superar ciertos obstáculos, los cuales forman parte del proceso. Pero me conozco y uno sabe que el día del concierto uno está cien puntos, por alguna razón. Los terribles son esos cuatro días previos de ensayo. Luego vino una liberación extraordinaria. Siempre es así


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